noviembre 06, 2006

Gastos extras genera cuidar un anciano: ISSSTE



Ciudad de México, 06 noviembre, (AMRA).- El cuidado de un adulto mayor requiere de gran apoyo emocional, social y económico a nivel de todos los miembros de una familia, pues en muchas ocasiones la presencia de enfermos en casa genera gastos adicionales que merman la economía, exige la toma de decisiones y traslados continuos a las unidades de salud para su atención médica, señaló el ISSSTE.

Indicó que cuando los cuidadores de enfermos son rebasados por los costos físicos, emocionales y económicos son propensos a entrar en crisis difíciles de manejar, pues son proclives a problemas físicos y psicológicos, generando una situación caótica que trasciende la condición de enfermo del anciano y conlleva a que la persona o personas encargadas de atenderlo también enfermen, precisó Alejandro Cea Olivares, subdirector de Capacitación y Servicios Educativos del ISSSTE.

En prevención a esta tendencia de envejecimiento poblacional, el ISSSTE inició en la presente administración la formación de geriatras y gericultistas, así como de cuidadores de adultos mayores, para evitar o disminuir los casos de abandono de ancianos, además de preservar la integración familiar y abatir los impactos que tiene la presencia de un enfermo en el hogar, agregó.

Explicó que el número de personas envejecidas en el país es cada vez mayor, y para el año 2030 habrá un viejo por cada ocho habitantes. Actualmente el Instituto atiende a 10.5 millones de derechohabientes, de los cuales el 20% es mayor de 65 años de vida.
Expuso que se registra una tendencia creciente de casos de abandono, olvido o marginación de los ancianos dentro del núcleo familiar, especialmente por los hijos varones, de ahí que generalmente sean las mujeres quienes se hagan cargo de los padres o hasta abuelos ancianos, ya sea que se encuentren sanos o enfermos.
Estas mujeres, al dedicarse por completo a la atención del paciente desatienden su propia persona, su actividad laboral y su familia. Sin embargo, atender a una persona de la tercera edad, quien además se encuentre enferma, es una carga muy fuerte que puede implicar un severo desgaste para los familiares encargados de atenderla.
El debilitamiento de las fuerzas vitales y el agotamiento de la energía devienen en una mayor propensión a enfermedades para el cuidador o los cuidadores, quienes también deben hacer frente a eventuales depresiones e incremento de gastos familiares, dijo.
Ante esta realidad, el ISSSTE puso en funcionamiento la Escuela Nacional sobre Estudios y Atención al Envejecimiento, en la cual participan más de 600 instructores en todo el país, entre quienes se encuentran trabajadoras sociales, psicólogos, profesores, enfermeras y médicos. A la fecha se ha capacitación a más de 15 mil cuidadores familiares de adultos mayores.

Los cursos que se imparten desde octubre del 2004 están dirigidos tanto a derechohabientes como a la población en general, a fin de brindarles la información necesaria para el mejor trato de su paciente en casa, identificar oportunamente signos de alerta por su padecimiento, mantener los cuidados y el suministro de medicamentos, pero sobre todo evitar lo que se denomina el “Colapso del Cuidador”, es decir, daños a la salud de las personas responsables de auxiliar a estos ancianos.
Para evitar el abandono, destacó Alejandro Cea, el ISSSTE busca dar a los familiares las herramientas necesarias para realizar estas acciones de cuidadores, a través de cursos y pláticas en donde se les prepara sobre cómo mover al paciente, cambiarlo, bañarlo y cargarlo, ya que en muchas ocasiones estas maniobras provocan lesiones y daños físicos a los cuidadores.
CEJ/JVR/AMRA