noviembre 25, 2006

Usar protector solar y no exponerse a cámaras de bronceado reduce el riesgo de cáncer de piel


Ciudad de México, noviembre 25 (AMRA).- Especialistas médicos del Seguro Social señalaron que usar protector solar todo el tiempo, no sólo en las playas, así como ropa clara, sombreros, gafas y evitar el sol entre las diez y las dos de la tarde, lapso en el que es mayor la radiación ultravioleta, y no exponerse a las muy de moda cámaras de bronceado reduce el riesgo de cáncer en piel.

Al dar a conocer lo anterior Blanca Carlos Ortega, adscrita al Servicio de Dermatología del Hospital General del Centro Médico Nacional “La Raza” del IMSS, informó que este tipo de cáncer es cada vez más frecuente en México, y que ha ido en aumento debido a que el agujero en la capa de ozono es cada vez más grande y permite que las radiaciones ultravioletas caigan de manera más directa sobre la piel. Aunado a ello está el hecho de que la población no se protege de los rayos solares.

Recomendó evitar las cámaras de bronceado, ya que las radiaciones ultravioletas que emiten son dirigidas directamente al cuerpo, y aunque son dosificadas, todas penetran la epidermis, por lo que meterse a ellas es “estar pagando por envejecer más rápido y para padecer cáncer en piel”.

Explico que hay otros factores que predisponen a desarrollar este tipo de cáncer, como ser blanco de piel, aunque no puede excluirse a los de piel morena, así como los antecedentes familiares, lo cual incrementa hasta en un cincuenta por ciento la probabilidad de padecerlo.

Cada vez que hay exposición a los rayos solares o al broncearse en cámaras especiales para ello, sin protector solar, se acumulan las radiaciones ultravioleta en la piel, y se daña paulatinamente la proteína celular llamada “ADN” de la epidermis, lo que va terminar por desarrollar un cáncer cutáneo.

Por eso la recomendación es que desde la infancia se tengan muchos cuidados al exponerse al sol, en cualquier lugar, ya sea en la playa, en la alberca o en la propia ciudad, inclusive cuando esta nublado, pues los efectos no son inmediatos sino que aparecen después de varios años,

La doctora Carlos Ortega indicó que existen muchos tipos de cáncer en la piel. Los tres más frecuentes son: el basocelular, que se caracteriza por una lesión que no cicatriza, o una elevación, como un lunar café oscuro, que con los años empieza a sangrar o a ulcerarse. Afortunadamente, en la mayoría de los casos es local, por lo que el tratamiento consiste es extirpar esta parte de la piel y con ello se logra la curación total.

El segundo es el carcinoma espinocelular o epidermoide, que se presenta como una lesión que no cicatriza, pero va creciendo. Debido a que no duele no se le da la debida importancia y se deja evolucionar.

El tratamiento es el mismo que en el caso anterior y se cura por completo, dijo.

El tercero, el más agresivo y mortal, es el melanoma maligno, que se caracteriza por el típico lunar, verruga o mancha, que muchas personas consideran como “una marca de herencia del abuelo o la mamá”. Aunque se puede presentar en cualquier parte del cuerpo, entre los mexicanos lo más común es en la planta de los pies. Suele no dársele importancia, hasta que ya está ulcerada o sangra.

Advirtió que por desgracia el 85 por ciento de los pacientes con melanoma maligno acuden al médico cuando ya se encuentra en estadios muy avanzados, por lo que su esperanza de vida no rebasa el año, después de su diagnóstico. Este tipo de cáncer produce metástasis, es decir, se disemina primero hacia los vasos linfáticos y luego al torrente sanguíneo, para después irse a los pulmones, hígado y cerebro.

CEJ/JVR/AMRA