agosto 01, 2006

LA BANCA DE URSURERA: SENADORES Y DIPUTADOS



Ciudad de México, 1 ago. (Agencia–AMRA).- Senadores y diputados acusaron a la banca comercial de usurera, de cometer robos al despoblado en el cobro de comisiones, intereses, retiro de efectivo y anualidades por el uso de tarjetas de crédito, y lanzaron una alerta a aquel segmento de la población que percibe entre cinco a 10 mil pesos mensuales a no depender del dinero de plástico, porque en el futuro será insolvente de pago y llevará al quebranto financiero a sus familias y al país, lo que podría obligar a otro rescate bancario de las dimensiones del Fobaproa.

Los legisladores de la Tercera Comisión de la Comisión Permanente, criticaron la expedición desmedida de tarjetas de crédito, que en el presente sexenio pasó de seis a 14 millones de plásticos, gracias a las maniobras poco éticas de los bancos, que usan ilegalmente padrones de ciudadanos para embaucarlos con créditos que nunca pidieron.

La senadora del PRI, Laura Alicia Garza Galindo, fustigó a los bancos la política de usura que utilizan al momento de cobrar comisiones, intereses y disposición de efectivo por el uso de tarjetas de crédito.

“... Pero, que finalmente funciona y funciona muy bien, y que pueden en consecuencia ser seleccionados segmentos poblacionales que les importan a los bancos estar explotando con características francamente de usura”.

Tomás Trueba Gracián, diputado del PAN, arremetió contra las instituciones financieras, a las que acusó de cometer robos en despoblado, por el alto costo de las anualidades en tarjetas de crédito.

“... Desde luego que es lógico, viendo los intereses que cobran y las anualidades. Me acaba de llegar ahorita mi anualidad de la tarjeta Banamex, ¡mil pesotes!, o sea, es un robo en despoblado, un robo en despoblado, porque si había, se me olvido ahorita la cifra, pero millones de plásticos circulando por mil pesos, pues ya lo bancos no necesitan mayor cosa”.

Durante la comparencia de los presidentes de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, Oscar Levin Coppel y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jonathan Davis Arzac, Laura Alicia Garza Galindo, alertó que el uso desmedido e injustificado de tarjetas de crédito, podría llevar al país a otro quebranto financiero con cargo al bolsillo de los mexicanos.

“... Una solicitud compañeros de los medios de comunicación, insistan en notas a los usuarios de tarjetas de crédito, que tienen salarios entre cinco y 10 mil pesos, a que no usen las tarjetas de crédito, que no las usen porque esto va a devenir en un problema muy complejo para sus familias en el futuro inmediato.

Las tasas de interés van a seguir en su misma tónica, los bancos no son damas de la caridad, lo que les importa en ganar dinero”.

En su oportunidad, Oscar Levin Coppel, destacó que México ya es un país plastificado, con 54.8 millones de tarjetas de crédito y de débito en circulación, pero informó que el proceso de bancarización está inconcluso, porque las terminales punto de venta de los bancos no han crecido para ejercer al ciento por ciento la compra por la vía electrónica, por lo que las disposiciones en cajeros automáticos siguen siendo un “negociazo” para estas instituciones.

“... Mientras en México hay 18 terminales punto de venta por cada 10 mil habitantes, en Brasil hay el doble y en España el triple y las terminales punto de venta se registra prácticamente una operación de débito por una crédito.

Esta cifra nos indica la incipiente cultura financiera de la mayoría de los usuarios de esos medios de pago y la insuficiente infraestructura, sucursales, cajeros automáticos y terminales punto de venta, lo que obliga al usuario a recurrir al cajero automático para disponer de efectivo, con el consecuente costo”.

Jonathan Davis Arzac, rechazó las afirmación de los senadores y diputados, de que los bancos han entregado créditos al consumo sin ninguna restricción y prueba de ello es que el índice de morosidad disminuyó en la presente administración de 7.7 a 1.7 por ciento.

“... No se observa que la banca haya otorgado créditos indiscriminadamente, o que no se haya considerado la capacidad de pago de los acreditados, ya que de haber sido así, esto se hubiera reflejado en un mayor índice de morosidad”.

VM/AMRA