Enfrentamiento legislavito concluye en reconocer una crisis política
Ciudad de México, diciembre 05 (AMRA).- Senadores del PRI, PAN y PRD se enfrentaron como en antaño. Esta vez, privilegiaron las acusaciones por encima del trabajo legislativo y acordaron enviar a comisiones puntos de acuerdo, proposiciones y evadir la aprobación de dictámenes para injuriarse y la izquierda criticar la toma de protesta de Felipe Calderón y sus primeras acciones para legitimar su gobierno, con la captura de los principales líderes de la APPO.
Al final de un debate de más de tres horas de duración, todos los partidos políticos concluyeron que México vive una crisis política y que la toma de posesión de Calderón tuvo un alto costo para el Congreso de la Unión.
Ayer, los coordinadores parlamentarios del PRI, PAN y PRD, acordaron suspender la discusión legislativa, para dar paso a la agenda política y el desahogo a un posicionamiento del sol azteca sobre el 1 de diciembre pasado.
En un debate que tuvo la pasarela de 18 oradores en tribuna, el priísta Pedro Joaquín Coldwell fue incisivo en sus señalamientos y destacó que lo sucedió hace cinco días en San Lázaro fue un acontecimiento lamentable, hechos de disminuido civismo.
Si bien, dijo el presidente Calderón tomó protesta, el costo fue muy alto e impagable para el Congreso de la Unión. Se corrió –señaló- el riesgo de desatar actos de violencia con mayores secuelas. Lamentó que el Ejecutivo Federal se sustentará más en la fuerza pública, que en la majestad de la República, para jurar la Constitución. Fue, afirmó una toma de protesta indigna para México y degradante para el Congreso.
“... Tal vez el Presidente sienta que ganó, lo dudamos; pero, ni duda cabe que quien perdió fue el Poder Legislativo y esto no es saludable para el país. En un acto de machismo irracional se jugó con la posibilidad de provocar una reyerta escandalosa. Dimos ante el mundo y ante los ciudadanos de México, una muestra de escasa aptitud para procesar las diferencias en un entorno civilizado y de buenas maneras”.
Los perredistas en actitud aguerrida, criticaron la imposición de un mandatario espurio y el oaxaqueño Salomón Jara Cruz, repudió que Calderón en un afán de legitimar su gobierno, ordenara -como en el pasado lo hizo Carlos Salinas de Gortari, guardando toda proporción con Joaquín Hernández Galicia “La Quina”-, un “Flaviazo”, con la aprehensión del principal líder de la APPO.
“... Que actitud ejemplar a la sociedad de un señor que quiere gobernar a la sociedad, seguramente quiere imitar a un personaje perverso que por desgracia gobernó a nuestro país hace 18 años, con un ‘Quinazo’, ahora lo hace con ‘Flaviazo”.
A tribuna subieron los panistas para respaldar las primeras gestiones del gobierno de Felipe Calderón. Federico Döring Casar, advirtió a la audiencia que el PAN volvería a usar los mismos métodos del 1 de diciembre, para que el Presidente volviera a tomar protesta y precisó que en las cárceles de México, nadie está privado de su libertad por razones ideológicas, pero si por actos delictivos, en referencia a Flavio Sosa Villavicencio.
“... Y si tuviéramos que volver a transitar por ese paso amargo, lo volveríamos a hacer igual, porque lo que estaba en juego era que rindiera protesta quien legítimamente había ganado con el voto mayoritario de los mexicanos el derecho a gobernar este país. Pero, que quede claro, nadie está en la cárcel por pensar distinto, Flavio Sosa está en la cárcel por haber cometido delitos, varios”.
Pedro Joaquín Coldwell convocó a los senadores a evitar que injerencias ajenas trastoquen el acuerdo, porque hoy le toca al Congreso asumir el desprestigio, porque una mayoría permitió que la decisión de cambiar la sede de la toma de protesta, obedeciera a otros propósitos. “No cedamos a otros, las decisiones que corresponden el Congreso”, pidió.
VM/JVR/AMRA
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