diciembre 05, 2006

Es posible evitar 90% de secuelas de cicatrización: ISSSTE


Ciudad de México, diciembre 05 (AMRA).- En la actualidad es posible evitar más del 90 por ciento de las complicaciones estéticas y funcionales de la cicatrización en lesiones de cara o cualquier parte del cuerpo, aseguró el doctor Jesús Velásquez García.

Dijo que aunque los accidentes por quemaduras han disminuido en la última década en México, las condiciones de vida urbana y tecnológica en las zonas de bajos recursos económicos, la ignorancia y la falta de prevención son las causas de que las lesiones por quemadura continúen como un problema de salud.

Al participar como académico en el IV Curso de Manejo Multidisciplinario del Paciente Quemado, organizado por el Hospital Regional Ignacio Zaragoza del ISSSTE, el especialista en medicina física y rehabilitación, sostuvo que los pacientes quemados enfrentan un grave problema físico, estético y psicológico que amerita tratamiento integral multidisciplinario, en el que participan terapistas intensivos, urgenciólogos, algólogos, dermatólogos, cirujanos plásticos, psicólogos y médicos de rehabilitación.

Esta atención, refirió se les brinda en el Hospital Ignacio Zaragoza, donde el 6% de los pacientes atendidos en urgencias acuden por este tipo de lesiones.

Velásquez García precisó que en épocas de frío y festividades cívicas (como el 15 de septiembre) y culturales (como la época navideña) se incrementan los accidentados por quemaduras, principalmente en zonas de bajo nivel socioeconómico.

Factores como instalaciones eléctricas clandestinas, quema de cohetes y fogatas, ingesta accidental de sustancias corrosivas en menores, explosiones de gas en puestos ambulantes y uso de leña y fogones para calentar agua y combatir las bajas temperaturas, también son detonantes de estos accidentes.

Ante 160 enfermeras y especialistas de diferentes ramas, que participan en este curso validado por el ISSSTE y la UNAM, y coordinado por el jefe del servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva, doctor José Martín García Cano Pérez, el doctor Arturo Díaz Muñoz, profesor invitado, precisó que el tratamiento oportuno es fundamental, ya que 8 de cada 10 afectados por quemaduras en grados 2 y 3, denominadas triple R: (Roja, Retráctil y Redundante) sufren secuelas.

Por esta razón, el manejo más importante para ellos es la presoterapia, uso de mallas elásticas hechas a la medida y con una compresión multidireccional y regulada, que favorece la circulación, recupera la elasticidad, evita que las cicatrices crezcan, se hinchen y deformen.

Velásquez García, con 20 años de experiencia en la rehabilitación de pacientes quemados, precisó que el éxito de la presoterapia radica en el apego al tratamiento, ya que los pacientes deben traer estas prendas las 24 horas del día por un lapso de 6 a 18 meses, ante lo cual subrayó la importancia de educar a la familia y al paciente para que se comprometan con su rehabilitación.

En nuestro país existen grupos multidisciplinarios de especialistas médicos y de enfermería en las áreas de dermatología, cirugía plástica, cirugía general, terapistas intensivos, urgenciólogos, algólogos, cardiólogos, anestesistas, traumatólogos, psicólogos y medicina física y rehabilitación, capacitados profesionalmente para atender a víctimas de accidentes relacionados con quemaduras”, expresó.

Respecto a la creencia de que la atención de los pacientes quemados es superior en el extranjero que en México, comentó: “es un mito que piensen que sólo en Estados Unidos se puede llevar a cabo la rehabilitación adecuada.

En los congresos internacionales que organizamos cada año constatamos que estamos al mismo nivel de conocimientos y tenemos la misma incidencia de complicaciones que en nuestro vecino país”.

Contrario a lo que se piensa, dijo, la rehabilitación de los pacientes quemados no tiene que ver con gran tecnología. Fundamentalmente amerita conocimiento para evaluar en forma adecuada las lesiones y diseñar un programa rehabilitatorio personalizado, que ofrezca al paciente resultados concretos en la apariencia estética, además de ayudarlo a recuperar la funcionalidad de sus partes dañadas para que reasuma las actividades cotidianas como comer, jugar, escribir, bañarse, caminar, etcétera.

Mediante técnicas de vendaje, posición corporal, adaptación de aditamentos para que puedan sostener una cuchara o un lápiz, colocación de órtesis, tratamientos de masoterapia, ultrasonido, férulas y aplicación de silicona para prevenir complicaciones de cicatrización, los especialistas buscan reincorporar al paciente cuanto antes a su vida cotidiana.

CEJ/JVR/AMRA