septiembre 05, 2006

Pretende Coalición movimiento armado

(Foto: Gustavo Camacho)

Ciudad de México, septiembre 5 (AMRA).- La decisión que tomó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de Federación (TEPJF) para nombrar presidente electo a Felipe Calderón provocó que la ira se desbordara entre los integrantes de la Coalición por el Bien de Todos, al grado de que están dispuestos recurrir a las armas.

En tanto, el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador optó por retirarse de la zona de campamentos que instaló dicha agrupación sobre el corredor turístico, Reforma-Centro Histórico, como una forma de brindarle su apoyo.

Ante ello, surgieron cientos de versiones con las que se trataba de justificar su ausencia, como esta: “López Obrador se sintió físicamente mal y fue trasladado de emergencia a un hospital”

Hasta el momento, se desconoce el paradero del político de izquierda, quien tiene programado emitir a las 19:00 horas, un mensaje desde el zócalo de esta ciudad, a sus seguidores.

Durante un recorrido realizado por este medio informativo, se pudo corroborar la inconformidad que permea entre quienes integran la coalición perredista.

¡Queremos armas!”, gritó un hombre moreno de duro gesto, en medio del compacto grupo de seguidores de Andrés Manuel López Obrador que lleno de ira, rabia y frustración, encontró en los representantes de los medios de comunicación a los más cercanos objetos de ese, su primer desahogo.

A unos metros de la valla que separó a los iracundos de su líder, el encono se hizo violencia: Andrés Toledo, reportero radiofónico de Monitor, recibió de pronto puntapiés y golpes.

El comunicador cayó, soltó la grabadora, el micrófono y el celular. Y adolorido y todo, pudo al fin ser rescatado.

Eran los instantes posteriores a la confirmación de la derrota; eran momentos en que la intransigencia ganaba terreno a la prudencia y en los que la tolerancia, pasó como una extraña y, por tanto, sencillamente desapercibida.

Cerca de los provocadores, Andrés Toledo grababa los gritos, las consignas y los testimonios para pasar su reporte. No llevaba cámara de video, no trabaja para Televisa ni para TV Azteca; no trabaja para televisora alguna.

De todos modos, el reportero recibió amenazas, los golpes también, a pesar de que trabaja para el único noticiario que ha merecido el reconocimiento público del tabasqueño, Monitor, por transmitir íntegros sus discursos.

¡Queremos armas!”, gritaba ahora un hombre joven de cachucha y camiseta blanca quien magnificaba su demanda a través del altoparlante y que minutos antes no se cansó de lanzar recordatorios familiares e improperios al Presidente de la República, a Marta Sahagún, al IFE y a Felipe Calderón Hinojosa.

De voz tipluda, una obesa y bajita señora, de larga falda azul, increpaba, a su vez, a un universitario: “¡A mi me vale morir, yo ya viví, ya qué chingaos!”, porque el adolescente se había atrevido a recordar que el del tabasqueño era un movimiento pacífico.

Un grupo de señoras mostró carteles con diversas leyendas en las que el denominador común era la acusación de espurio al ahora declarado presidente electo.

JB/JVR/AMRA