diciembre 07, 2006

Derechos Humanos, debe ser prioridad para Felipe Calderón

José Luis Soberanes Fernández, Ombudsman nacional

Ciudad de México, diciembre 07 (AMRA).- El Ombudsman nacional, José Luis Soberanes Fernández, manifestó que los casos no esclarecidos de mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, así como los temas relativos a personas migrantes, indígenas y seguridad pública, entre otros, forman parte de la agenda de derechos humanos que hace poco entregó personalmente al presidente Felipe Calderón, quien ofreció sostener un diálogo y encuentros periódicos con el Ombudsman nacional, para evaluar avances.

En el caso de los feminicidios de Juárez, dijo, no es suficiente que la anterior administración federal haya ofrecido disculpas a las víctimas y familiares de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. Debe apoyarse la investigación de los crímenes, hallar a los culpables, hacerlos que paguen por sus delitos y mantener medidas preventivas acordes con la dimensión de ese fenómeno.

Entrevistado al término de la inauguración de las Quintas Jornadas Nacionales sobre víctimas del Delito y Derechos Humanos, que estuvo a cargo del Secretario General de Gobierno, Fernando Rodríguez Moreno, en representación del gobernador José Reyes Baeza Terrazas, el presidente de la CNDH puso en relieve que ante el ofrecimiento del presidente Calderón de trabajar con seriedad en materia de derechos humanos, la CNDH mantendrá una actitud muy atenta y de diálogo con el gobierno federal.

Acerca de los hechos de violencia ocurridos en Oaxaca, declinó abordar el tema y explicó que existe una queja abierta que está en investigación y adelantó que aproximadamente en dos semanas, la CNDH dará a conocer un informe al respecto

Durante su intervención, José Luis Soberanes Fernández, manifestó que la sociedad está avanzando y no va a esperar a quienes se aferren a prolongar un conflicto electoral o se nieguen a trabajar. Destacó que uno de los renglones que demandan atención urgente es el de las víctimas del delito, que además de haber sido víctimas de la delincuencia, por acción, también lo son del Estado, por omisión.

Tras señalar que los tiempos de cambio y renovación presentan oportunidades, demandó encauzar las energías sociales y el deseo de evolución para avanzar en la democratización, en la convivencia, en el fortalecimiento del Estado de derecho y en el respeto a los derechos humanos, y expresó su confianza en que el diálogo sea el mejor camino hacia el entendimiento y el compromiso.

Apuntó que mediante el Programa Províctima, creado en el año 2000, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos se esfuerza por afrontar la absurda y profunda injusticia de las víctimas del delito, además de que busca paliar o reducir algunos de los efectos del crimen sobre la víctima, tales como el estrés postraumático y, en el plano jurídico, la lamentable costumbre de la no denuncia.

Puso en relieve que en México lamentamos con frecuencia el grave fenómeno de la “doble victimización”, por el cual la persona que ha sido víctima de un delito padece también un lento y poco eficiente aparato de procuración de justicia. Apuntó que si la víctima es siempre una persona agraviada por el delincuente, también resulta serlo por la insensibilidad y la indiferencia burocrática de quienes deben atenderla y no lo hacen con la debida diligencia.

Víctima de la delincuencia, por acción, y víctima ante el Estado, por omisión. Por inoperancias y deformaciones en el funcionamiento de nuestros sistemas de justicia, se relega la víctima a sufrir en silencio, a perderse en los laberintos de la burocracia, a quedar relegada en las prioridades del legislador, a padecer la indiferencia de la opinión pública y toparse de lleno con la falta de herramientas del sistema judicial”, aseguró.

Soberanes Fernández enfatizó que esta situación que puede llegar a ser de extrema indefensión contrasta grandemente con los recursos al alcance de quienes perpetran un crimen. “Debemos admitir, con más espíritu crítico que asombro, añadió, que en muchos casos los derechos de los delincuentes están más rigurosamente normados que las prerrogativas de las víctimas”.

Explicó que muchos procesos judiciales en la materia penal, además de erráticos y muy dilatados, pueden concluirse sin la participación activa de las víctimas. Dijo que, de esta manera, quienes deberían ser el centro y la principal preocupación del aparato judicial, pueden quedar relegados al papel de espectadores de su propio drama penal y olvidados por el sistema cuando se ha dictado ya una sentencia.

El presidente de la CNDH indicó que las Quintas Jornadas Nacionales sobre Víctimas del Delito y Derechos Humanos son reflejo de que, dentro de la sociedad mexicana, gana espacio y se abre paso la conciencia de la víctima. Mencionó que la presencia y participación de gobernantes, académicos, legisladores, autoridades tradicionales, rarámuris y activistas de la sociedad civil organizada es muestra de la pluralidad de visiones con que se abordará el tema y desde donde se invocará la atención de la opinión pública y la conciencia de los mexicanos para voltear todos hacia la víctima.

Reconoció la labor del mandatario estatal, que –dijo-- no ha rehuido las situaciones de alto riesgo para los derechos humanos que se han presentado en la entidad, ni ha buscado negar las dificultades, especialmente en algunas partes de la frontera, sino las ha encarado y atendido con responsabilidad.

CEJ/JVR/AMRA