octubre 26, 2006

Muro para detener migración, será Ineficaz: CNDH


Ciudad de México, octubre 26 (AMRA).- La firma del Presidente George Bush de la Ley que extrema las medidas de fortalecimiento de vigilancia y contención en la frontera de Estados Unidos con México, incluyendo la construcción de diversos tramos de barda con una extensión total de 1,126 kilómetros, confirma la tendencia a repetir e incluso magnificar medidas que ya han probado su ineficacia.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos se pronuncia por un cambio radical en esta tendencia e invita al gobierno mexicano, y de manera específica a la nueva Administración Federal, a emprender acciones orientadas a lograr la transformación de los paradigmas que hasta ahora han regido las políticas migratorias en México, Centroamérica y Estados Unidos.

Desde la perspectiva de la CNDH, las políticas migratorias restrictivas y de contención aplicadas hasta ahora en la región sólo han contribuido a la expansión del crimen organizado, específicamente el dedicado al tráfico de personas, así como a potenciar el sufrimiento de los migrantes y la constante violación a sus derechos humanos.

Por ello, este Órgano Nacional propone dos principios que estima esenciales: por una parte, impulsar la cooperación para el desarrollo, habida cuenta de que la migración masiva es resultado de la falta o insuficiencia de oportunidades; y, por otra, la generación de opciones para la migración legal para quienes hasta ahora no han tenido más alternativa que intentar cruzar fronteras de manera indocumentada, lo que ha revestido al fenómeno migratorio de clandestinidad, sufrimiento, injusticia y muerte.

El actual esquema de contención, además de haber propiciado los resultados mencionados, está agotado. Ni los trabajadores ni los empleadores cuentan con verdaderas opciones para satisfacer sus necesidades, que son mutuas y complementarias.

Un país con desarrollo sostenido y sustentable, y trabajadores con opciones legales para emigrar, son medidas convergentes que contribuirían a hacer de la migración una opción legal, y no un fatal destino, como lo es ahora para cientos de miles de centroamericanos y mexicanos

CEJ/JVR/AMRA