noviembre 11, 2006

Pide IPN rechazar la ilegalidad como forma de vida

Enrique Villa Rivera, director general del Instituto Politécnico Nacional

Por Carlos Emir Jiménez

Ciudad de México, noviembre 11 (AMRA).- Ante defensores de los derechos universitarios, el Director General del Instituto Politécnico Nacional, Enrique Villa Rivera, pidió rechazar la ilegalidad como forma de vida y exhortó a las comunidades académicas de las instituciones educativas de México y a la sociedad en general, a dejar de ver con desinterés o resignación la violación de la Ley, los actos de intolerancia, la corrupción, el crimen y la impunidad.

El líder de los politécnicos manifestó que es indispensable dar pasos consistentes que conduzcan gradualmente al fortalecimiento de las estructuras de la sociedad y reintegrar la confianza de la ciudadanía en la justicia y las instituciones.

Destacó que es de vital importancia afianzar los espacios de libertad y democracia, privilegiar los valores que dan sustento al marco del derecho y contar con una sociedad más preparada y comprometida en la solución de los problemas que aún nos aquejan, “garantizando la igualdad de los ciudadanos ante la Ley y preservando sus derechos fundamentales”.

Al inaugurar la Tercera Sesión Ordinaria de la Red de Defensores, Procuradores y Titulares de Organismos de Defensa de los Derechos Humanos, Villa Rivera reconoció avances importantes en materia de transparencia y rendición de cuentas, sin embargo -dijo- “es necesario redoblar los esfuerzos tendientes a mejorar las reglas de convivencia social y reforzar la constitucionalidad de la vida pública y privada del país”.

Reconoció que uno de esos avances es precisamente la institucionalización de la Red de Defensores Universitarios en las casas de estudio del nivel superior.

Se trata de instancias autónomas que responden a declaraciones y manifestaciones de cambio en las relaciones y la gobernabilidad en el seno de nuestras instituciones y que promueven el desarrollo de una actitud responsable, crítica y participativa entre sus comunidades”, aseguró.

Ante el Presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Álvarez Icaza, el titular del IPN dio la bienvenida a los defensores al Politécnico, a quienes reconoció como “pilares de un estilo de vida institucional, donde impere la ley y la igualdad”.

Esto supone –agregó- una alta responsabilidad para las defensorías como agentes transformadores que estimulen la práctica de una cultura de defensa de los derechos humanos, necesaria para el establecimiento de una relación del individuo con su colectividad, y en cuyas tareas “debemos sumarnos autoridades, docentes, estudiantes y personal de apoyo”.

Por su parte, el ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza -quien impartió la conferencia magistral “El Quehacer de la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal”-, aseguró que hay un retraso sensible en materia de autonomía de las oficinas de los defensores del pueblo en los estados.

De los 32 organismos públicos de defensa de los derechos humanos, 11 de ellos todavía no son autónomos en su Constitución local, y de los que son autónomos -una parte significativa-, los representantes del Ejecutivo estatal tienen un peso sustantivo en su vida interna, lo cual altera su relación e independencia”, dijo.

Puntualizó que la legitimidad de una defensoría de los derechos humanos se basa en la vigilancia del poder público. “Se trata de una instancia de rendición de cuentas y no de ajuste de cuentas, lo cual generalmente es confundido por los políticos”, agregó.

CEJ/JVR/AMRA