septiembre 23, 2010

Fraudulento el programa "Seguro Popular": Leal Fernández

Gustavo Leal Fernández, escritor y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)

-No atiende, no cura, no previene y no rehabilita, pero sí coloca recursos que se emplean de manera clientelar y electoral, asegura

Por Georgina Hernández

Ciudad de México, septiembre 23 de 2010.- El seguro popular –contrario a lo que Felipe Calderón pregonó en el cuarto informe de gobierno– no es universal sino un programa fraudulento que afilia pero no atiende, no cura, no previene y no rehabilita, pero sí coloca recursos a nivel de los gobernadores que se emplean de manera clientelar y electoral”.

Así lo señaló en entrevista el doctor Gustavo Leal Fernández, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), al abordar el tema de la política de salud y la seguridad social.

El investigador subrayó que esta administración intenta generalizar la cultura del autocuidado de la salud, quitando la responsabilidad al Estado sobre el derecho constitucional a la salud que señala el artículo cuarto.

Además restringe su compromiso a paquetes básicos preventivos y se repliega para brindar la atención médica costosa “que pagamos vía impuestos y cotizaciones al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) o al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)”.

En el cuarto informe de gobierno se aprecia una extensión de la política de salud y seguridad social del “zedillismo” con la innovación de que el seguro popular abandona la filiación familiar e incorpora un criterio más privatizador: la filiación por individuo.

Leal Fernández advirtió que éste no es un mecanismo para depurar el seguro popular –que por su diseño no puede mejorar de ninguna manera– sino que el gobierno buscó optimizar recursos económicos para cumplir con la obsesión de la cobertura universal, racionada bajo criterios tecnocráticos de costo-efectividad.

La cobertura es incompleta porque ni siquiera puede competir con el primer nivel de atención del IMSS o del ISSSTE, instituciones que ofrecen prestaciones integrales en materia de salud. Además está constituida básicamente por el “Causes” Catálogo Universal de Servicios Esenciales de Salud y el Fondo de protección de gastos catastróficos por lo que “no atienden lo que enferma y mata a los mexicanos del siglo XXI: Diabetes, Hipertensión, enfermedades cardiovasculares y cáncer”.

El académico acotó otra meta que ha caracterizado la administración de Felipe Calderón y que es más complejo que la cobertura universal: la integración funcional del sector.

José Ángel Córdova Villalobos, secretario de salud, plantea esta integración a partir del uso del expediente clínico electrónico en todas las instituciones de salud y seguridad social, materializando una serie de convenios de portabilidad para tener un sistema integrado de salud o un sistema único de salud entre IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud y las 32 secretarías estatales.

La estrategia del expediente clínico electrónico en sistemas bien llevados ha representado un gran avance al mejorar la calidad de los servicios, pero en México es complejo operarlo, porque se hace al margen de una visión integral del sector, enfatizó.

El programa en su conjunto es una clara confusión entre metas programáticas y aspiraciones electorales. Se trata de terminar el sexenio 2012 con lo que el Ejecutivo denomina cobertura universal, enfatizó.

“Decir que en México todo ciudadano tiene derecho a médico y medicinas es falso, es una visión muy chata y limitada”, ya que en el catalogo universal de servicios esenciales en lo referente a la salud pública, hay acciones de promoción y prevención que no son precisamente las que más requiere la población.

La política de salud y seguridad social será el gran pendiente para las candidaturas presidenciales, tendrán que proponer una política de universalidad correcta que describa con precisión los contenidos “ante el gran desatino y falsedad en esta administración y las precedentes”, concluyó.

-AMRA-