Dispara el Ejército contra una familia en Nuevo León, mueren dos civiles
El cuerpo de Alejandro Gabriel quien viajaba con su familia, en la carretera a Laredo.
Por Georgina Hernández
Por Georgina Hernández
Monterrey, Nuevo León, septiembre 06 de 2010.- Un hombre que resultó herido luego que un convoy del Ejército disparó al vehículo en el que viajaba en la carretera a Laredo, en el municipio de Apodaca, dentro del área metropolitana de Monterrey, murió esta madrugada, con lo que suman dos los civiles muertos.
Vicente de León Ramírez, de 52 años, fue vencido a consecuencia de las heridas de bala sufridas y perdió la vida alrededor de las 2:00 horas de este lunes en el Hospital Universitario, donde era atendido, según reportó la Policía Ministerial.
Horas antes, su hijo Alejandro Gabriel de 15 años, falleció de manera instantánea tras el ataque.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 21:40 horas de ayer domingo, en la carretera a Laredo, en el entronque a Santa Rosa y el Libramiento Noroeste.
Al auto Malibú en el que se trasladaba la familia le fue marcado el alto, según fuentes militares, pero el conductor hizo caso omiso y fue perseguido en medio de balazos por el convoy de los militares mexicanos.
El carro gris, matrícula SGL3781, resultó con varios impactos de bala, y a su interior los soldados descubrieron que viajaba la familia de siete integrantes.
En el asiento trasero viajaba Alejandro Gabriel, quien registró varios impactos de bala que le causaron la muerte de forma instantánea.
Junto a él viajaba su mamá, identificada como Patricia Castellanos Corpus, de 45 años, quien resultó con dos rozones de bala en el hombro derecho; y su padre, quien sufrió una herida en la espalda y dos en el brazo izquierdo.
Ellos llevaban en sus piernas a dos nietos (menores de edad) quienes sufrieron heridas leves causadas por los cristales destrozados por las balas.
En los asientos delanteros iba otra hija del matrimonio, Liliana de León Castellanos, de 24 años, y su esposo, Guadalupe Rodríguez Hernández, de la misma edad, quien tenía una herida en la cabeza, pero no de gravedad.
Según los primeros informes, la familia regresaba de una fiesta en una zona del municipio de Salinas Victoria y se dirigía a su casa ubicada en Fomerrey 119, en San Nicolás.
Durante las indagatorias en el lugar de los hechos, ninguna autoridad del Ejército precisó la causa por la que el convoy militar disparó contra la familia.
El cuerpo de Alejandro Gabriel quedó junto al auto Malibú gris en el que viajaba con su familia, en la carretera a Laredo.
El pasado 12 de abril el secretario de la Defensa Nacional, Enrique Galván Galvan, calificó como "daños colaterales" a las muertes de civiles en el combate al crimen tras agresiones por los efectivos de Ejército Mexicano.
Se sabe que la secretaría de la Defensa Nacional paga, por concepto de indemnización a civiles, alrededor de 150 mil pesos por la muerte en manos de militares.
En lo que va de la administración de Felipe Calderón como jefe supremo de las Fuerzas Armadas, ha ordenado el pago por el homicidio de más de 30 civiles, y más de 15 heridos, por soldados mexicanos.
Vicente de León Ramírez, de 52 años, fue vencido a consecuencia de las heridas de bala sufridas y perdió la vida alrededor de las 2:00 horas de este lunes en el Hospital Universitario, donde era atendido, según reportó la Policía Ministerial.
Horas antes, su hijo Alejandro Gabriel de 15 años, falleció de manera instantánea tras el ataque.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 21:40 horas de ayer domingo, en la carretera a Laredo, en el entronque a Santa Rosa y el Libramiento Noroeste.
Al auto Malibú en el que se trasladaba la familia le fue marcado el alto, según fuentes militares, pero el conductor hizo caso omiso y fue perseguido en medio de balazos por el convoy de los militares mexicanos.
El carro gris, matrícula SGL3781, resultó con varios impactos de bala, y a su interior los soldados descubrieron que viajaba la familia de siete integrantes.
En el asiento trasero viajaba Alejandro Gabriel, quien registró varios impactos de bala que le causaron la muerte de forma instantánea.
Junto a él viajaba su mamá, identificada como Patricia Castellanos Corpus, de 45 años, quien resultó con dos rozones de bala en el hombro derecho; y su padre, quien sufrió una herida en la espalda y dos en el brazo izquierdo.
Ellos llevaban en sus piernas a dos nietos (menores de edad) quienes sufrieron heridas leves causadas por los cristales destrozados por las balas.
En los asientos delanteros iba otra hija del matrimonio, Liliana de León Castellanos, de 24 años, y su esposo, Guadalupe Rodríguez Hernández, de la misma edad, quien tenía una herida en la cabeza, pero no de gravedad.
Según los primeros informes, la familia regresaba de una fiesta en una zona del municipio de Salinas Victoria y se dirigía a su casa ubicada en Fomerrey 119, en San Nicolás.
Durante las indagatorias en el lugar de los hechos, ninguna autoridad del Ejército precisó la causa por la que el convoy militar disparó contra la familia.
El cuerpo de Alejandro Gabriel quedó junto al auto Malibú gris en el que viajaba con su familia, en la carretera a Laredo.
El pasado 12 de abril el secretario de la Defensa Nacional, Enrique Galván Galvan, calificó como "daños colaterales" a las muertes de civiles en el combate al crimen tras agresiones por los efectivos de Ejército Mexicano.
Se sabe que la secretaría de la Defensa Nacional paga, por concepto de indemnización a civiles, alrededor de 150 mil pesos por la muerte en manos de militares.
En lo que va de la administración de Felipe Calderón como jefe supremo de las Fuerzas Armadas, ha ordenado el pago por el homicidio de más de 30 civiles, y más de 15 heridos, por soldados mexicanos.
-AMRA-
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