Suspenden a sacerdote acusado por abuso sexual
Por Georgina Hernández
Ciudad de México, septiembre 27 de 2010.- La diócesis de Orizaba en Veracruz, suspendió temporalmente al sacerdote Daniel Rodríguez Portilla como párroco de la iglesia de San José, ubicada en la comunidad de Comalapa, municipio de Zongolica, tras una denuncia penal interpuesta en su contra por abuso sexual a una menor de edad.
La suspensión contra el sacerdote de 36 años de edad, quien presuntamente sedujo con engaños y emabrazó a una indígena de 16 años, durará hasta que el Ministerio Público acredite su resposabilidad.
Marcos Palacios Cárdenas, vocero de la diócesis de Orizaba, manifestó que a la iglesia católica le “apena” que ocurran este tipo de acontecimientos. “Nos duele muchos lo ocurrido, somos los primeros interesados en que no se den este tipo de cosas”.
Sobre el futuro del sacerdote acusado penalmente por los familiares de la menor de edad, señaló, “corresponderá a lo que determine el obispo y al derecho canónico, pero si ahorita ya lo suspendió, imagínate lo que viene, porque don Marcelino es muy firme en sus decisiones”.
El párroco de la comunidad indígena de Comalapa fue denunciado por los familiares de la víctima ante las autoridades judiciales y de acuerdo a la versión de lugareños, mediante engaños, “ha seducido y hasta embarazado” a jovencitas de esa población de la sierra de Zongolica.
También acusaron a la jerarquía católica por su silencio y por ello, denunciaron los hechos ante autoridades de la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales y contra la Familia de la Procuraduría General de Justicia de Veracruz, donde se inició la averiguación ministerial 92/2010.
En los últimos años se han visto involucrados en casos similares otros sacerdotes, como es el caso de Jesús Sandoval González, conocido como “Padre Chuchín”, quien fue denunciado penalmente por el DIF municipal de Boca del Río por abuso sexual en contra a menores de un albergue en el que supuestamente brindaba apoyo a niños de la calle.
El padre Chucho está preso y enfrenta un proceso penal por los delitos de abuso erótico sexual equiparado contra dos menores de edad. El caso ha sido apelado por la defensa del sacerdote que se dice inocente, asunto que sigue en manos del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Otro sacerdote involucrado en este tipo de delitos es el cura de la parroquia de San Pablo Apóstol en Jalapa, Rafael Muñiz López, quien hace dos años fue aprendido por elementos de la policía cibernética de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal por su presunta participación en una red de pornografía infantil y explotación sexual de menores de edad.
Tras un permanecer varios meses en el reclusorio norte de la ciudad de México, en noviembre pasado, tras la defensa de abogados contratados por la arquidiócesis de Jalapa, el sacerdote fue liberado tras ganar dos amparos de la justicia federal, sin embargo, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal insiste en su presunta responsabilidad en este tipo de delitos y apeló el fallo.
La suspensión contra el sacerdote de 36 años de edad, quien presuntamente sedujo con engaños y emabrazó a una indígena de 16 años, durará hasta que el Ministerio Público acredite su resposabilidad.
Marcos Palacios Cárdenas, vocero de la diócesis de Orizaba, manifestó que a la iglesia católica le “apena” que ocurran este tipo de acontecimientos. “Nos duele muchos lo ocurrido, somos los primeros interesados en que no se den este tipo de cosas”.
Sobre el futuro del sacerdote acusado penalmente por los familiares de la menor de edad, señaló, “corresponderá a lo que determine el obispo y al derecho canónico, pero si ahorita ya lo suspendió, imagínate lo que viene, porque don Marcelino es muy firme en sus decisiones”.
El párroco de la comunidad indígena de Comalapa fue denunciado por los familiares de la víctima ante las autoridades judiciales y de acuerdo a la versión de lugareños, mediante engaños, “ha seducido y hasta embarazado” a jovencitas de esa población de la sierra de Zongolica.
También acusaron a la jerarquía católica por su silencio y por ello, denunciaron los hechos ante autoridades de la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales y contra la Familia de la Procuraduría General de Justicia de Veracruz, donde se inició la averiguación ministerial 92/2010.
En los últimos años se han visto involucrados en casos similares otros sacerdotes, como es el caso de Jesús Sandoval González, conocido como “Padre Chuchín”, quien fue denunciado penalmente por el DIF municipal de Boca del Río por abuso sexual en contra a menores de un albergue en el que supuestamente brindaba apoyo a niños de la calle.
El padre Chucho está preso y enfrenta un proceso penal por los delitos de abuso erótico sexual equiparado contra dos menores de edad. El caso ha sido apelado por la defensa del sacerdote que se dice inocente, asunto que sigue en manos del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
Otro sacerdote involucrado en este tipo de delitos es el cura de la parroquia de San Pablo Apóstol en Jalapa, Rafael Muñiz López, quien hace dos años fue aprendido por elementos de la policía cibernética de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal por su presunta participación en una red de pornografía infantil y explotación sexual de menores de edad.
Tras un permanecer varios meses en el reclusorio norte de la ciudad de México, en noviembre pasado, tras la defensa de abogados contratados por la arquidiócesis de Jalapa, el sacerdote fue liberado tras ganar dos amparos de la justicia federal, sin embargo, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal insiste en su presunta responsabilidad en este tipo de delitos y apeló el fallo.
-AMRA-
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