junio 01, 2010

Reciben extrabajadores de "unomásuno" sus instalaciones

El legendario diario "unomásuno"


Georgina Hernández

Ciudad de México, junio 1, 2010 (AMRA).- Tras siete años de lucha, 240 extrabajadores del legendario diario unomásuno recibieron sus instalaciones y el equipo con el que contaba este rotativo, al resolverse a su favor la huelga que iniciaron el 14 de diciembre de 2002, cuando fueron obligados a dejar su fuente de trabajo.

Los actuarios Humberto López Báez, Bertha Santillán e Ismael Rosas Pasten fueron los encargados de certificar la entrega de los bienes muebles e inmuebles para ser vendidos e indemnizar a los trabajadores. El monto de la liquidación se calculó en el año de 2006 en poco más de 45 millones de pesos.


Durante estos siete años nueve compañeros fallecieron y algunos perdieron hasta su casa, declararon algunos de los huelguistas del diario.

Historia de unomásuno

El 14 de noviembre de 1977 apareció el periódico unomásuno por un grupo de periodistas encabezados por Manuel Becerra Acosta luego de la salida de éste, junto con otros compañeros, del periódico Excélsior en 1976, entonces dirigido por Julio Scherer.

Becerra Acosta invitó a colaborar en esta aventura periodística a una diversidad de personas desde reporteros de la vieja guardia, hasta jóvenes egresados de licenciaturas de periodismo, asimismo incorporó a caricaturistas con un prestigio consolidado al igual que a moneros desconocidos.

En cuanto a los articulistas, la posición de unomásuno fue la de cubrir el más amplio espectro ideológico y político, incorporándose así firmas de todas las corrientes partidistas, universitarias, independientes e intelectuales.

Es así como unomásuno surgió como un diario netamente político, entendido como una tribuna informativa y de opinión que deseaba dar voz a todos aquellos que para finales de los setenta no habían podido acceder a un espacio público.

Nueva administración

El 29 de noviembre de 2002 la empresa Editorial Uno SA de CV, que enfrentaba una deuda por varios millones de dólares, fue vendida al empresario Naim Libien Kaui, quien al día siguiente cerró las instalaciones y ordenó a trabajadores a trasladarse a otra empresa denominada Impulsora Nacional de Periodismo, donde actulamente se edita el rotativo, un diario con el mismo nombre del cabezal.

Una parte de los periodistas se negó a acatar las disposiciones del nuevo dueño por considerar que era una “trampa” para acusarlos de abandono de trabajo y se resisteron a abandonar el edificio ubicado en la calle de Correggio número 12, de la colonia Noche Buena, donde se editó por 25 años unomásuno.

“Libien Kaui violó varias disposiciones laborales como no pagar aguinaldo, salarios devengados, compensaciones laborales”, explicó María del Carmen Mendoza, abogada de los trabajadores.

La entrega de las instalaciones concluyó alrededor de las 21 horas de ayer lunes, confirmó Ernestina Hernández, líder de los ex trabajadores del rotativo y catedrática de la UNAM.

-AMRA-